El Dr. Domingo Daga Ruiz, vocal por Málaga en nuestra Junta Directiva desde el pasado congreso de Almería, es especialista en Medicina Intensiva en la UCI del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y, desde 2016, coordinador sectorial de Trasplantes de Málaga, Almería, Ceuta y Melilla, entre otros cometidos. Con motivo de la reciente celebración del Día Nacional del Trasplante hablamos con él para analizar el importante papel que desempeñan los intensivistas en este proceso, los ámbitos en los que es posible mejorar y el rol que puede jugar en este sentido una sociedad científica como la nuestra.

¿Cómo ha evolucionado el papel que desempeña el intensivista en el proceso de donación-trasplante?
El mundo de la donación y el trasplante, desde sus orígenes a mediados del siglo XX, han ido de la mano de la Medicina Intensiva. El nacimiento de la Medicina Intensiva tiene lugar como consecuencia del desarrollo de la tecnología médica que hace posible el soporte vital. La aparición de la ventilación mecánica en el ámbito sanitario posibilita el desarrollo de una especialidad médica (Medicina Intensiva) que concentra en unidades específicas (UCI) a los pacientes graves que precisan de soporte orgánico para seguir viviendo. De la mano del soporte respiratorio surge una nueva situación clínica, antes no descrita, que es la Muerte Encefálica (ME) y consiguientemente se expanden los procesos de donación y trasplantes en el primer mundo con lo que se considera el ‘donante ideal’ en ME.

Por todo lo anterior, no es necesario insistir en el papel fundamental e imprescindible de los intensivistas en el proceso donación-trasplantes. Tanto es así, que España lidera el ranking mundial en donación y trasplantes por el papel que el especialista de intensivos tiene en el llamado ‘modelo español’.

¿Hacia dónde evolucionará ese rol?
El desarrollo de la actividad de donación y trasplantes en España motivó que hace años el donante en ME clásica no fuese suficiente para ofrecer el único tratamiento médico existente a día de hoy para miles de pacientes en lista de espera en los distintos programas de trasplante existentes en nuestro país. Por todo ello, en el 2008 se diseñó el llamado Plan 40 que pretendía desarrollar nuevos escenarios/modelos de donación. Entre éstos, el desarrollo de los cuidados intensivos orientados a la donación y la donación en asistolia fueron dos de las iniciativas propuestas para mejorar las tasas de donación en España.
En todos los escenarios propuestos, y a día de hoy en franco desarrollo, el intensivista tiene un papel central siendo el protagonista (una vez más) del espectacular incremento en las tasas de donación y trasplantes conseguidas en los últimos 5 años en España.

¿Cuáles son las principales controversias profesionales a las que se enfrenta el intensivista en el proceso de trasplante?
Las principales controversias que se plantean a los profesionales de intensivos con respecto al mundo de la donación y trasplantes son las de asumir, en primera persona, el reto que significa ser la columna vertebral del proceso de donación y trasplantes.

¿De qué manera se podrían abordar esos retos que se plantean?
Los intensivistas deben asumir las tareas relacionadas con este mundo como una parte más de su trabajo, y junto con los coordinadores de trasplante (en la actualidad, prácticamente, el 100% son intensivistas) desarrollar mejoras en la práctica clínica, desarrollar programas formativos y estudios que posibiliten mejorar día a día la labor que desempeñamos.

¿De qué manera se puede ayudar desde sociedades científicas como SAMIUC en afrontar mejor estos retos?
Estos retos desde la SAMIUC se podrían facilitar apoyando, promoviendo y formando equipos de trabajo en la sociedad que desarrollaran programas formativos/docentes para adjuntos y residentes, documentos de consenso, recomendaciones que ayudaran a reconocer, valorar y asumir el valor estratégico de una especialidad y unos especialistas que mantienen el liderazgo español en donación y trasplantes, con una actividad que ha posicionado la sanidad española y la andaluza a la cabeza del mundo en la materia.

Existe una enorme sensibilidad hacia la donación. ¿De qué manera se puede incrementar desde el ámbito profesional de la UCI?
En España la sensibilidad hacia el mundo de la donación y el trasplante es elevada, sin embargo, en gran parte se desconoce el papel principal que las UCIs y sus especialistas tienen en el proceso. Por todo ello una forma de empoderar la especialidad, entre otras muchas obviamente, sería dar a conocer nuestro trabajo y nuestro papel en el proceso, así como valorar esta actividad como prioritaria para nuestras Unidades y para el desarrollo de nuestra especialidad.