Este 13 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Sepsis (o septicemia), una de las complicaciones clínicas mortales más prevalentes, pero a veces mal diagnosticadas, a la que se enfrentan en su día los profesionales de la medicina intensiva. Es una afección médica grave causada por una respuesta inmunitaria disregulada ante una infección. En el peor de los casos, la presión arterial baja y el corazón se debilita, lo que lleva a un shock séptico e incluso a la muerte. La septicemia es la primera causa de muerte hospitalaria y la primera de readmisión hospitalaria. Además, hasta el 50% de los sobrevivientes de sepsis sufren secuelas físicas y/o psicológicas.
Pese a su extraordinaria gravedad (cada 2,8 segundos se produce en el mundo una muerte por esta enfermedad), la sepsis es aún una gran desconocida entre la sociedad. En Andalucía, afecta anualmente a más de 8.500 personas, de las cuales unas 2.900 pueden llegar a fallecer por complicaciones diversas. Una cifra 13 veces superior a los fallecidos, por ejemplo, en accidentes de tráfico y muy superior también a las muertes provocadas por cáncer de mama, colon o páncreas.
Nuestros profesionales en Medicina Intensiva son los sanitarios de referencia en el manejo del paciente en situaciones críticas como la que plantea la sepsis. “Identificar precozmente al enfermo séptico mediante un abordaje coordinado multidisciplinar y garantizar la implantación inmediata de todas las medidas para la resucitación, diagnóstico y tratamiento han demostrado reducir la mortalidad de la sepsis. Los pacientes tratados de forma adecuada la primera hora sobreviven en un 80% de los casos, reduciéndose hasta el 15-20% a partir de las 12 primeras horas”. Así lo explica la Carmen de la Fuente, presidenta de SAMIUC.
De la Fuente recuerda que gracias a la instauración del ‘Código Sepsis’ en los centros hospitalarios, protocolo de actuación multidisciplinar que permite a los profesionales sanitarios reconocer una situación de infección grave del paciente y poner en marcha rápidamente todas las medidas de resucitación, diagnóstico y tratamiento disponibles, con su derivación inmediata a la UCI, ha demostrado reducir la morbilidad y la mortalidad. Pero estos protocolos no están tan extendidos como sería deseable, según SAMIUC.
Pese a la rápida y favorable respuesta que se ofrece desde las UCI a las personas afectadas por la sepsis, cada año se incrementan los casos de esta afección en correlación a la mayor esperanza de vida de la población, con pacientes más ancianos, con mayor número de enfermedades y tratamientos que pueden facilitar su aparición; de ahí la “necesidad de seguir concienciando a todos los agentes implicados con el objetivo mundial de reducir la incidencia de la sepsis de cara a 2025, mejorando la sensibilización y conocimiento sobre esta dolencia, favoreciendo el acceso a los servicios de rehabilitación adecuados y reduciendo las complicaciones a medio y largo plazo”, añade.
Primer Registro autonómico de la sepsis en UCIS
En línea con estos objetivos, “desde el grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la SAMIUC hemos comenzado un registro multicéntrico del shock séptico, para conocer la incidencia del problema en nuestra sociedad andaluza, así como los tiempos y manejo inicial en nuestros pacientes, para poder establecer puntos de mejora”, explica la Dra. Mª Antonia Estecha, vicepresidenta de SAMIUC y Jefa de servicio de Medicina Intensiva del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, centro que cada año atiende cada año a más de 200 pacientes por código Sepsis.
La finalidad de este proyecto, que ya se está implantando en la mayoría de UCIS de los hospitales andaluces, es analizar los resultados y plantear propuestas de mejora para reducir la mortalidad por sepsis en estas unidades.