En esta nueva entrevista, vamos a conocer mejor otra de las disciplinas que nuestros profesionales tratan dentro de la Medicina Intensiva, como es la Parada Cardiorespiratoria (PCR) y la Reanimación Cardiopulmonar (RCP). El coordinador de este grupo de trabajo de SAMIUC es Antonio Cárdenas Cruz, médico especialista en medicina intensiva en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves y Profesor Contratado Doctor con Vinculación Clínica en la Universidad de Granada.

Este otoño, su grupo de trabajo tiene por delante una intensa actividad formativa, ya que, por un lado avala la actividad formativa en Soporte Vital Básico y desfibrilación externa automatizada los próximos 12 y 13 de septiembre en el Centro Educativo Juan XXIII Cartuja de Granada, y organiza el Curso de Instructores en Soporte Vital Avanzado, cuya fase presencial tendrá lugar los días 28 y 29 de noviembre, en la la Facultad de Medicina de Granada.

Antonio ¿En qué consiste el trabajo que realizan en las UCIS los profesionales de RCP?

-Los médicos especialistas en medicina intensiva, los profesionales del paciente crítico, son los responsables de la atención hospitalaria de cualquier paciente grave independientemente de la causa que haya condicionado dicha situación. La PCR es el paradigma de patología grave y por lo tanto es uno de los ejes centrales de nuestra atención, ya que tanto en la fase inicial de la atención al paciente, cuando se ponen en marcha las medidas de soporte vital, como en la fase inmediata tras la recuperación de la circulación espontánea y en la fase avanzada -que se corresponde con los cuidados postresucitatión-, es necesario el concurso de una gran cantidad de profesionales, con una visión inter y multidisciplinar que deben de estar liderados a su vez por un profesional que tenga una visión de conjunto y holística de este tipo tan singular y complejo de paciente como es el paciente en PCR y sin duda ese profesional es el intensivista, y el espacio para la realización de todo este proceso asistencial es el servicio de medicina intensiva.

-¿Cuándo se crea y por qué el grupo de Trabajo de PCR y RCP de SAMIUC?

-Nuestro grupo comienza a gestarse a lo largo del año 2020 y comienza su andadura con la sesión de constitución el 19 de mayo del año 2021 con el objetivo de afrontar y estudiar todos los aspectos vinculados con la atención al paciente en PCR, tanto a nivel asistencial como formativo, de investigación y de gestión. Desde entonces y hasta el momento es uno de los grupos más activos de nuestra sociedad con más de 60 miembros activos y ha realizado numerosas actividades en estos años, reuniéndose de manera on line tres veces al año y de manera presencial, una vez por año. Sin duda, la formación es esencial y es uno de los elementos esenciales que conforma la misión y objetivos de este grupo, pero no es el más importante ya que formación sin investigación, planificación y actuación asistencial pierde casi todo su valor,  por lo tanto es importante destacar los cuatro elementos básicos que definen el mapa conceptual de nuestro grupo: asistencia, investigación, docencia y planificación.

En los últimos años, la reanimación cardiopulmonar y la formación en soporte vital básico ha adquirido mucho peso en todos los ámbitos y cada vez más hay más espacios y lugares que cuentan con desfibriladores, y más conciencia sobre ello. ¿Qué opina al respecto?

-En este sentido tendría muchísimo que trasladar ya que tuve la suerte y el privilegio de participar en el desarrollo, implementación y puesta en marcha de uno de los primeros programas de acceso público a la desfibrilación de nuestro país dentro del ‘Proyecto Salvavidas’ liderado por el Dr. Miguel Ángel Díaz Catallenos. Este proyecto fue una de las bases de la implantación de los múltiples programas de acceso público a la desfibrilación que se encuentran ya instaurados en nuestro país y donde nuestra comunidad autónoma ha sido pionera y ha condicionado incluso la aparición de ciudades cardioprotegidas como ocurre en Málaga de la mano del proyecto desarrollado por el Dr. Ángel García Alcántara.

Sin duda y esto está muy fundamentado desde el punto de vista científico, si queremos disminuir la mortalidad y la morbilidad de los pacientes afectados por una PCR es imprescindible potenciar los dos primeros eslabones de la cadena de supervivencia: la puesta en marcha de las medidas de RCP básica por la población general y el desarrollo de programas masivos de formación para el empleo de los dispositivos de desfribilación externa automatizada. Si somos capaces de desarrollar estos dos elementos, tendremos una disminución significativa de la mortalidad por PCR pero para ello no es suficiente con actuaciones puntuales, es necesario y obligatorio un soporte institucional de la mano de la creación de un Plan Andaluz para la atención al paciente en PCR que ya se ha propuesto en varias ocasiones a la Consejería de Salud. Espero que en un futuro inmediato podamos ver desarrollado este plan que sería sin duda uno de los más importantes dentro de nuestra Comunidad. Sin duda se trataría de un plan muy complejo pero que se basaría en un elemento esencial, la formación reglada de la población general en todos los elementos que entran a formar parte de la RCP básica y la desfibrilación externa automatizada.

«Para disminuir la mortalidad y la morbilidad de los pacientes en PCR es imprescindible potenciar los dos primeros eslabones de la cadena: la puesta en marcha de las medidas de RCP básica por la población general y el desarrollo de programas masivos de formación para el uso de dispositivos de desfibrilación externa automatizada».

-¿Cómo se articularía esta formación? ¿Cómo pueden colaborar no solo los ambulatorios, sino los propios Ayuntamientos y organismos públicos?

-Es imprescindible llevar estos procesos de formación a los primeros ciclos formativos y de manera reglada, es decir, la introducción de la formación en RCP básica y DEA en el colegio desde la educación primaria, de una manera reglada y normativizada. Para ello y dentro del Grupo de Investigación CriticalLab CTS 609 perteneciente al Plan Andaluza de Investigación, Desarrollo de Innovación se ha enviado una propuesta que ya estaba avalada por varios estudios científicos publicados, para la inclusión de esta formación en todos los centros educativos públicos de nuestra Comunidad, propuesta que lleva el normal de PLANIFICA-RCP, y que se ha pilotado ya en varios centros educativos de nuestra comunidad con unos resultados excelentes. En este propuesta es imprescindible la colaboración tanto de la Consejería de Salud como de la Consejería de Educación y estamos muy ilusionados con el futuro de esta propuesta. Una cantidad importante de miembros del grupo de trabajo de PCR y RCP pertenecen al grupo de investigación anteriormente mencionado y han formado parte de este proyecto.

-Continuando con este tema, es un pilar básico de su grupo de trabajo. ¿Por qué es tan importante la formación continua para el profesional?

-Efectivamente dentro del grupo de trabajo de PCR y RCP se ha realizado numerosas actividades formativas académicas desde su comienzo y son varias las acciones formativas que se tienen planificadas para el último trimestre del año entre las cuales destacan el curso de instructor en SVA que se realizará durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de este año y que se corresponde con el vértice de la pirámide de formativa en soporte vital ya que es curso de formación de formadores donde se instruye a los candidatos y candidatas en aspectos vinculados a la metodología de la formación para que entren a formar parte como docente y directores de las acciones formativas en soporte vital y en segundo lugar el curso de SVB y primeros auxilios para primeros intervinientes que se organiza a través del Centro Mediterráneo de la UGR y que nos ofrece una magnífica oportunidad para darnos a conocer dentro de la sociedad granadina y en el entorno de la universidad.

Nuestro grupo trabajo en todas las vertientes formativas relacionadas con el soporte vital, desde acciones formativas para la población general hasta acciones formativas destinadas a profesionales de alto nivel que actúan en su desarrollo clínico profesional en situaciones de PCR, siendo por la tanto la formación una herramienta esencial para cumplir con nuestro objetivo, la reducción de la mortalidad y morbilidad de los pacientes que desgraciadamente han sufrido una PCR.

«Estamos inmersos en la introducción de la IA como una herramienta más para los procesos diagnósticos y terapéuticos de nuestra especialidad, con el objetivo de afrontar el reto del siglo XXI en el paciente crítico: la incorporación de la medicina personalizada y de precisión dentro de nuestra especialidad».

Es importante destacar que desde el punto de vista histórico en nuestro país, fueron los especialistas de medicina intensiva los primeros en desarrollar un programa formativo específico para la enseñanza generalizada y normativizada del soporte vital. En Andalucía también fuimos pioneros de la mano de los Dres. Antonio Lesmes Serrano, Miguel Àngel Díaz Castellanos y Ángel García Alcántara, ya que ellos fueron los responsables de iniciar el proceso que nos ha permitido, con mucho trabajo, llegar a donde estamos hoy en día y liderar sin duda los esfuerzos formativos en soporte vital a nivel nacional y a nivel de nuestra Comunidad.

-¿Cómo ha contribuido la tecnología o la digitalización en vuestra especialidad y cuáles son los retos pendientes hacia los que avanza?

-Nuestra especialidad, la medicina intensiva, siempre ha sido una especialidad que ha mezclado de manera casi perfecta, los conceptos de la medicina clínica clásica con la incorporación de las nuevas tecnologías biosanitarias, las nuevas tecnologías de comunicación e información así como los nuevos recursos metodológicos para la investigación y las nuevas tecnologías educativas.

La base conceptual del especialista en medicina intensiva se basa en el dominio de la fisiopatología y gracias a este dominio que es innato a nuestros procesos formativos nos ha permitido ir incorporando de forma progresiva todos los avances tecnológicos, dándole forma, sentido y aplicación práctica. De hecho en los últimos años se nos ha abierto otro enorme e interesante reto en el cual estamos ya trabajando de forma intensa (como lo hacemos todo los médicos y médicos de esta especialidad) y es la introducción de la IA como una herramienta más para los procesos diagnósticos y terapéuticos de nuestra especialidad con el objetivo de afrontar el reto del siglo XXI en el paciente crítico que será la incorporación de la medicina personalizada y de precisión dentro de nuestra especialidad.