Es el indicador más reciente, por lo que se aplica con muchísima frecuencia en la literatura médica, a veces en exceso, o inapropiadamente. Conceptualmente es el inverso de la Reducción Absoluta de Riesgo (RAR), vista en un artículo anterior. Si con una intervención terapéutica, hemos encontrado que la probabilidad de que se presente un determinado evento nocivo disminuye, y podemos cuantificar esta disminución, que es lo que efectuamos al calcular RAR, ¿A cuantos individuos tendríamos que aplicar ese tratamiento para disminuir en una unidad la aparición del evento nocivo, es decir, para lograr un individuo más libre del problema?.
Se ha convertido por ello en un parámetro eficaz en la toma de decisiones, aunque a menudo es más un instrumento para aumentar la potencia comunicadora a la hora de presentar en una publicación el impacto de un tratamiento o intervención, ya que es como hemos visto conceptualmente muy sencillo. Como el resto de las medidas debe ir acompañado de su intervalo de confianza, aunque este puede ser confuso cuando la presencia del tratamiento no es significativamente más eficaz que su ausencia.
Dado que este y los otros indicadores absolutos (DAR y RAR) no están afectados por la prevalencia, hay que interpretar sobre todo con muchísima cautela aquellos que provienen de metaanálisis, salvo que se haya calculado previamente el riesgo base de cada uno de los estudios que intervienen en el metaanálisis, y se haya encontrado una semejanza entre ellos, ya que si difieren unos de otros, al utilidad del NNT es más que dudosa. En estos casos es mejor el empleo de Odds Ratio o riesgo relativo (ya vistis en anteriores artículos).
Por ello muchos investigadores lo empelan más como un dato poblacional, que representa una comparación entre grupos, del esfuerzo clínico que hay que realizar, en promedio, para prevenir la aparición de un nuevo suceso adverso. Por supuesto no se trata de un índice aplicable directamente de modo individual a un paciente de características concretas.
Naturalmente es mejor cuanto más bajo, de modo que 1 significa que a cada sujeto al que se le aplica el tratamiento o intervención mejora, o no aparece el problema, y que ninguno de aquellos a los que no se ha aplicado la intervención, o han sido tratados con placebo, mejora o evita el problema.
¿Con qué magnitud de NNT puede recomendarse el tratamiento estudiado?. Pues eso depende del NNT, pero también de la gravedad de lo que se pretende evitar o mejorar, del costo de la intervención o medicamento, de sus efectos secundarios, etc, por lo que no es sino uno de los factores a tener en cuenta.
Como ocurre siempre en estadística, cuanto mayor es la muestra, más estrecho es el intervalo de confianza.
Al ser un recíproco de la RAR, y al poder esta tomar valores positivos o negativos, el NNT puede tener el mismo comportamiento, lo que señalaría que hay que tratar a X sujetos para que aparezca un caso más de la enfermedad o problema, es decir, el tratamiento, lejos de ser beneficioso, es perjudicial. Esto es lo que se denomina Número Necesario para Perjudicar (NNH, del inglés Number Necessary to Harm).
La tabla debe disponerse en esta forma:
No expuestos al factor | Expuestos al factor | |
casos afectados por el problema | a | b |
casos no afectados por el problema | c | d |