El Dr. Juan Carlos Robles Arista ha cumplido 25 años al frente de la Coordinación de Trasplantes del Hospital Reina Sofía de Córdoba, una labor de la que se siente orgulloso. Él es un claro ejemplo del importante papel que desempeñan los intensivistas en el proceso de trasplante y donación. Nos lo cuenta en esta entrevista.
Acaba de cumplir 25 años como coordinador de trasplantes en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Si echa la vista atrás, ¿qué recuerdos le dejaron esos primeros años en los que asumió esta responsabilidad?
Ser coordinador de trasplantes es un orgullo y tiene una gran responsabilidad, pues eres en cierto modo la voz de aquellos pacientes que se encuentran en lista de espera para recibir su tratamiento, que es el trasplante. De tu buen hacer en el proceso de comunicación, al informar a la familia del posible donante de órganos y tejidos, puede depender el trasplante de los pacientes.
Recuerdo el día en que el Dr. Rafael Guerrero (entonces Jefe de Sección de Medicina Intensiva del H.U. Reina Sofía), me propuso ser coordinador de trasplantes. Tanto él como el Dr. Rafael Burgos (primer Coordinador Autonómico de Trasplantes de Andalucía) y el Dr. José María Latre (Director médico del H.U. Reina Sofía) me trasmitieron la ilusión y el buen camino para llegar a ser un buen coordinador de trasplantes. Han pasado 25 años desde mi nombramiento y recuerdo con cariño a grandes profesionales. Como el Dr. C. Pera, M. Concha, A. Torres, F. Valles, P. Aljama, FJ López Pujol… que han hecho que el H.U Reina Sofía sea uno de los grandes hospitales de nuestro país. Como no recordar al Coordinador nacional, el Dr. R. Matesanz, padre del modelo español de donación y todo el equipo de profesionales que formaban y forman la Organización Nacional de Trasplantes. No puedo dejar de mencionar a mis coordinadores de Enfermería, Bibiana Ortega y Jose Luis Medina, grandes profesionales que me enseñaron el camino para ser un buen coordinador de trasplantes.
Durante mis primeros años tuve la oportunidad de trabajar con grandes profesionales de otras provincias, elaborar protocolos de actuación en el proceso de donación y realizar cursos de formación, que me permitieron ir adquiriendo la formación adecuada como coordinador de trasplantes.
Recuerdo con cariño a todas las asociaciones de trasplantes, y el trabajo en equipo que realizamos en pro de la donación, junto a los medios de comunicación.
Uno de los puntos fundamentales que debe tener un especialista en medicina intensiva es saber que la muerte de un paciente puede iniciar el gran proceso de la donación y el trasplante
– Su trayectoria en el proceso de trasplante y donación es un claro exponente del importante papel que desempeñan los intensivistas. ¿Cuáles son, en su opinión, las principales capacitaciones de los médicos intensivistas para liderarlo?
La especialidad de medicina Intensiva es a veces la gran desconocida y al mismo tiempo esa gran especialidad que culmina el esfuerzo de otras especialidades. Trabajamos con pacientes críticos, tenemos un alto grado de conocimientos de la fisiopatología, monitorización, pruebas complementarias y una excelente relación con otras especialidades. El médico intensivista debe conocer y facilitar siempre esa dependencia interdisciplinar del paciente crítico. No somos héroes, pero sí grandes profesionales.
En las unidades de medicina Intensiva ingresan habitualmente pacientes graves con patología neurológica: accidente cerebrovasculares, traumatismo y electroencefalograma graves, que en ocasiones pueden evolucionar desfavorablemente a pesar de recibir el tratamiento adecuado. En la mayoría de los casos estos son pacientes potenciales donantes, pues pueden evolucionar a muerte encefálica, y el medico intensivista tiene la formación necesaria para realizar el diagnóstico clínico y legal.
No somos héroes, pero sí grandes profesionales
Igualmente, cuando algún paciente tiene una patología irreversible y se decide la limitación del esfuerzo terapéutico o el rechazo al tratamiento por futilidad, este proceso, aceptado por todas las partes cuando el paciente presenta parada cardíaca y es certificada legalmente de muerte, puede derivar en donación de órganos. A este tipo de donante se le denomina donante en asistolia III o donante en asistolia controlada, según nuestra legislación española.
– Hay estudios que demuestran que la implicación de los intensivistas en el proceso de donación y trasplante aumenta el número de donaciones, siendo fundamental su labor en los programas de Cuidados Intensivos Orientados a la Donación (CIOD) y de Donación en Asistolia (DA). ¿Cómo están mejorando estos programas?
Uno de los puntos fundamentales que debe tener un especialista en medicina intensiva es saber que la muerte de un paciente puede iniciar el gran proceso de la donación y el trasplante. La muerte, que es el final para un paciente, puede permitir, gracias a ese acto de generosidad que es la donación de los órganos cuando hemos fallecido, puede determinar que otros pacientes que estén en lista de espera puedan recibir su tratamiento, el trasplante. Este conocimiento de dar vida después de la muerte de un paciente es muy importante, y el medico intensivista, habitualmente coordinador de trasplante, debe saber trasmitir a la familia del paciente y a toda la sociedad este mensaje: “cuando hemos fallecido y nuestros órganos ya no los necesitamos podemos dar vida a otras personas”.
El medico intensivista, habitualmente coordinador de trasplante, debe saber trasmitir a la familia del paciente y a toda la sociedad este mensaje: “cuando hemos fallecido y nuestros órganos ya no los necesitamos podemos dar vida a otras personas”.
– ¿Cómo ha evolucionado la coordinación de trasplantes desde que llegó hace 25 años hasta hoy? ¿Qué se puede mejorar de cara al futuro?
Cada vez nuestra sociedad es más consciente de que ser donante de órganos y tejidos es uno de los actos mayores de generosidad y solidaridad. Una de las funciones del coordinador de trasplantes, trabajando a diario con la sociedad, es dar información de todo el proceso de donación y trasplante. Recordemos que España es el primer país del mundo en generosidad y amor hacia los demás, somos el primer país del mundo en donantes por millón de población. Nuestra ley sobre trasplante nos ayuda y nos dice que todos somos donantes de órganos, siempre y cuando no hayamos manifestado nuestro deseo en contra. Esto es lo que el coordinador de trasplantes debe tener claro cuando habla con la familia y le solicita la donación, porque la familia debe decidir lo que a su ser querido lo hubiera gustado hacer, por eso es muy importante que manifestemos nuestro deseo de ser donantes en vida.
Los coordinadores de trasplante, fundamentalmente, y todos aquellos profesionales que participan en el proceso de donación y trasplante, debemos tener muy claro que ser donante de órganos es regalar vida cuando no la necesitamos.
– ¿Qué papel juega la formación de los intensivistas en los protocolos de actuación en el proceso de donación y trasplante de órganos es fundamental?
La mayoría de los coordinadores médicos de trasplantes en España son especialistas en medicina intensiva, pues la gran mayoría de nuestros donantes son pacientes con patología neurológica grave que están ingresados en las unidades de medicina intensiva. Por lo tanto, la detección, el diagnóstico, el mantenimiento de los posibles donantes y su valoración se realizan a diario en nuestras unidades. Igualmente aquellos pacientes ingresados en situación grave con una patología irreversible y mal pronóstico en lo que se decide realizar limitación de tratamiento del soporte vital, tiene lugar en la unidad de medicina intensiva, de ahí la necesidad que los coordinadores de trasplantes sean especialistas en medicina intensiva.
– ¿Cuál es el perfil de los coordinadores de trasplantes que tenemos en Andalucía? ¿Hay otros compañeros con muchos años en el cargo, como es su caso?
El Coordinador de trasplante debe ser un profesional dedicado en cuerpo y alma a todo el proceso de donación, respetado por el resto de sus compañeros y disponible las 24 horas del día, capaz de resolver todas las dudas que pueden surgir durante todo el proceso, desde la detección, selección, diagnóstico de muerte encefálica y mantenimiento del donante, comunicación a la familia sobre el deseo del fallecido de ser donante, así como tener formación en el proceso de donación en asistolia controlada.
Soy coordinador de trasplantes del H.U. Reina Sofía desde el año 1997 y Jefe de Sección de trasplantes en la Unidad de Medicina Intensiva. Desde entonces he vivido más de 500 entrevistas familiares de donación, esto me ha ido permitiendo avanzar en mi formación como médico y persona con el paso de los años. Me siento orgulloso de ser coordinador de trasplantes, un coordinador de trasplantes es el asesor de la dirección médica, es el representante de aquellas personas que se encuentran en lista de espera para recibir su tratamiento, el trasplante, por lo tanto tenemos una gran responsabilidad en la concienciación de nuestra sociedad a favor de la donación, que el mayor acto de generosidad, solidaridad, altruismo y de amor hacia los demás que puede tener un ser humano.
Tenemos una gran responsabilidad en la concienciación de nuestra sociedad a favor de la donación, que el mayor acto de generosidad, solidaridad, altruismo y de amor hacia los demás que puede tener un ser humano