El Dr. Ángel Estella, vocal de la SAMIUC por Cádiz y coordinador de la I Jornada de Terapia Antimicrobiana y Técnicas de Depuración Extracorpórea que organizamos en el Parador de Córdoba el día 8 de febrero, nos adelanta los contenidos que van a tratarse en este encuentro, dirigido a los profesionales de la medicina intensiva.

–  ¿Cuáles son los tipos de Técnicas de Depuración Extracorpórea más utilizadas en las UCIs andaluzas?

La hemofiltración veno-venosa continua es un tratamiento de soporte frecuentemente indicado en el paciente crítico que desarrolla fracaso renal y presenta una situación de inestabilidad hemodinámica, su uso en las UCIs andaluzas se ha extendido en las últimas décadas hasta convertirse en un tratamiento habitual. Sus primeros usos en las UCIs surgieron en los años 70 para el mejor manejo de la volemia en pacientes con insuficiencia renal; progresivamente, su indicación se extendió al demostrarse otras ventajas con un concepto más amplio de purificación de la sangre, particularmente en situaciones de sepsis. Ahora se trata de una técnica consolidada en las UCIs.

Las terapias de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) tienen una trayectoria más reciente de incorporación en la UCI, su uso se ha expandido en los últimos años y sus indicaciones están en proceso de consolidación en base a la investigación actual y evidencia científica que va surgiendo, y se me antoja más que necesaria. Es importante conocer sus riesgos y beneficios, así como el manejo óptimo de los fármacos en enfermos con este tratamiento.

– ¿A qué problemas y retos se enfrentan los intensivistas en cuanto a estas técnicas?

Ya en otras ocasiones me habéis escuchado citar que se tarda unos meses en aprender una técnica, años en conocer bien sus indicaciones, y décadas en saber cuándo no estaban indicadas. La especialidad de Medicina Intensiva es la expresión a pie de cama del conocimiento de  la fisiopatología del enfermo, observamos en tiempo real los cambios fisiopatológicos de las enfermedades graves y como se modifican con el tratamiento, este hecho nos obliga a ser exquisitos en el estudio de las enfermedades, conocer su base fisiopatológica para aplicar las mejores opciones de tratamiento. Estas técnicas de tratamiento de soporte renal no sólo sustituyen la función renal cuando ésta fracasa, ayudan a eliminar biomarcadores y modular la respuesta inflamatoria, permiten un control de la temperatura, así como un tratamiento personalizado de la resucitación volumétrica del enfermo. Estos potenciales beneficios han de ser ponderados con los riesgos inherentes al tratamiento y tenerlos en cuenta en la toma de decisiones clínicas del enfermo crítico.

– ¿Existe consenso en la aplicación de terapia antimicrobiana en pacientes críticos?  

Existe consenso en conceptos como que la precocidad en la instauración del tratamiento adecuado es clave en el pronóstico del enfermo séptico, también en que es necesario un uso racional de los antibióticos para combatir la aparición de resistencias bacterianas.

A partir de estas premisas la complejidad está en afinar en un diagnóstico microbiológico de calidad que ha de ser temprano, en conocer la farmacodinamia de los tratamientos en enfermos tan complejos y como influyen las terapias de depuración extracorpórea en sus niveles, en monitorizar niveles de antibióticos que sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro tiempo, en conocer cual ha de ser la duración del tratamiento en las infecciones del enfermo grave…estas preguntas van a ser discutidas en esta reunión que consta de un plantel de ponentes especializados en esta materia que gozan de reconocido prestigio nacional que sin duda suponen un atractivo para los intensivistas. La clave de un tratamiento óptimo está en la medicina personalizada, adaptado a la situación concreta del paciente en cada momento.