Con motivo del Día Europeo de Concienciación del Paro Cardiaco, desde SAMIUC hemos realizado un nuevo llamamiento a la sociedad acerca de la importancia y utilidad de adquirir competencias de resucitación cardiopulmonar (RCP). Una importancia acreditada por los datos de fallecimiento por paro cardiaco y aumento de las posibilidades de supervivencia en caso de uso de estas técnicas. En concreto, se estima que cerca de 6.600 personas fallecen al año en Andalucía por paro cardiaco, unas 18 diarias. La aplicación de la RCP de forma precoz aumenta hasta un 80% las posibilidades de supervivencia si se desfibrila antes de los cinco minutos siguientes al paro cardíaco, el número de vidas salvadas gracias a ella en nuestra comunidad autónoma podría elevarse a más de 5.000.

Pero para ello es necesario hacer a todos los profesionales socio-sanitarios y a la población mucho más competente en el empleo de la RCP. Actualmente, cuando el paro cardiaco sucede fuera del hospital sólo una de cada cinco víctimas recibe RCP, una intervención que, realizada a tiempo y sin esperar a los profesionales especializados, puede lograr que la persona sobreviva, y además lo haga sin secuelas. No se trata solo de que salvar vidas, que por supuesto: sino «reducir también considerablemente las secuelas neurológicas», explica nuestro compañero el Dr. Ángel García Alcántara, coordinador del Plan Nacional de RCP en Andalucía. «Por cada minuto que el paciente está en parada cardiorrespiratoria sin maniobras de resucitación, las posibilidades de supervivencia se reducen un 10%, por lo que al cabo de 10 minutos estas posibilidades son mínimas. De ahí la importancia de actuar rápido y siguiendo las recomendaciones del Plan Nacional de RCP», subraya el Dr. García Alcántara.

Formación en RCP y mejor acceso a DEA
En relación a lo anterior, desde SAMIUC se insiste en la importancia de extender las competencias básicas en soporte vital básico (SVB) y manejo de equipos de desfibrilación automática (DEA) a toda la población, para lo cual son enormemente importante jornadas masivas de formación como la que se han celebrado en este último año en Málaga. Tan sólo en el Hospital Virgen de la Victoria (HUVV), más de un millar de ciudadanos han aprendido y practicado de forma totalmente gratuita las técnicas básicas de RCP y manejo de DEA a través de la oferta de talleres específicos dirigidos principalmente a familiares de hospitalización y de consultas externas, organizados por la Unidad de Gestión Clínica de Cuidados Intensivos del centro -que lidera nuestra compañera, la Dra. María Victoria de la Torre Prados- con la colaboración del grupo de voluntarios de la Asociación de Expacientes de la Unidad de Medicina Intensiva (EXPAUMI), gracias a un acuerdo suscrito con la Fundación Unicaja.

Desde SAMIUC también se ha avalado este año un programa de formación masiva al profesorado de Educación Secundaria Obligatoria de los institutos del área metropolitana de Granada con el objetivo de introducir en los programas lectivos de ESO y Bachillerato el aprendizaje de las competencias específicas en RCP básica. «Pretendemos que esta iniciativa se extienda progresivamente a otros puntos de Andalucía, de modo que a medio plazo todos los alumnos de ESO y Bachillerato andaluces tengan asimiladas las competencias básicas en SVB y el manejo de equipos de DEA», explica nuestro vicepresidente, el Dr. Antonio Cárdenas Cruz. En esta misma línea, también se ha conseguido introducir, por vez primera en un Grado de Medicina en España, una asignatura específica sobre Soporte Vital Avanzado (SVA) en la Universidad de Granada, donde ya se forma a los alumnos de tercer curso en SVB.

El acceso inmediato a un equipo de DEA es, junto con el inicio precoz de las compresiones torácicas, esencial para la correcta realización de la denominada como ‘cadena de supervivencia’. No obstante, en España tan sólo se dispone de 4 dispositivos por cada 10.000 habitantes, una cifra muy alejada de los más de 30 de Japón, los 18 en países nórdicos o los 13 de Francia, Inglaterra, Holanda o Alemania. A ello se une el hecho de que en países como Japón o Dinamarca es obligatorio un curso SVB y DEA para obtener el carnet de conducir y un reciclaje en cada renovación.

«En España apenas el 20% de la población tiene nociones de SVB. Hay que mejorar mucho en ese aspecto. También necesitamos promover y fomentar la implantación de DEA, que todos los coches de Policía y Guardia Civil cuenten con un desfibrilador y que también estén disponibles en todos los centros públicos, aeropuertos, estaciones de metro, tren y autobuses, mercados, farmacias, edificios religiosos, hoteles, restaurantes o entidades bancarias. Es necesario que nuestros ayuntamientos tomen conciencia y desarrollen programas específicos adaptados a cada ciudad, para acercar el DEA y la RCP a sus ciudadanos. Necesitamos muchas cosas, por eso necesitamos tomar conciencia de los beneficios en salud que conllevan las acciones de soporte vital básico y aplicar todos estos puntos en base al Plan Nacional de RCP», concluye el Dr. Ángel García Alcántara.