Continuamos conociendo a los coordinadores de los Grupos de Trabajo de la SAMIUC. En esta ocasión, nos adentrarnos en el trabajo que desarrollan los compañeros del grupo de Enfermedades Infecciosas, que fue precisamente , el primero que se creó, por tanto, el más antiguo. Un grupo que vivió unos años duros y estresantes durante la pandemia del COVID19, ya que fueron sus profesionales de las UCIS los encargados de tratar a los pacientes críticos contagiados. Un gran desafío que superaron con creces. De todo ello nos habla su coordinador, el Dr. Ángel Estella García, jefe de sección de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Jerez e investigador.
-En primer lugar… ¿en qué consiste la labor de un intensivista en la UCI en cuanto al abordaje de enfermedades infecciosas ? ¿Cómo es su día a día?
-Las enfermedades infecciosas son uno de los principales motivos de ingreso en la UCI. El intensivista no sólo está preparado para el abordaje de las formas clínicas más graves de presentación como son la sepsis y el shock séptico, entidades en las que resulta capital su detección precoz, control del foco, resucitación hemodinámica adecuada y antibioterapia óptima. También se ocupa de la revisión de la antibioterapia, dosis ajustadas a la situación del paciente en un tratamiento personalizado en base a la situación clínica, hemodinámica y tratamientos de soporte, también se contemplan las interacciones medicamentosas y toxicidad, importa las formas de administración según el foco infeccioso a tratar y la farmacocinética y farmacodinamia del antimicrobiano.
Además, un pilar fundamental en la UCI es la prevención de las infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios, en este campo hemos de continuar con los exitosos planes ZERO implementados desde hace décadas en las UCI españolas para prevenir la neumonía asociada a ventilación mecánica, las bacteriemias relacionadas con catéteres e infecciones de tracto urinario relacionadas con el sondaje.
-¿Cuándo se crea y por qué el grupo de Trabajo de Infecciones dentro de SAMIUC?
El Grupo de Trabajo de Enfermedades infecciosas y sepsis de la SAMIUC fue el primer Grupo de Trabajo creado en esta Sociedad científica, en el año 2018. Luego vino la pandemia que nos generó una ingente carga de trabajo colaborativo de muchos intensivistas andaluces a los que siempre les estaré agradecido por su compromiso y esfuerzo con el Grupo de Trabajo que repercutió positivamente en el manejo de los enfermos críticos.
Hay que continuar con los exitosos planes ZERO implementados desde hace décadas en las UCI españolas para prevenir la neumonía asociada a ventilación mecánica»
-¿Cuáles son sus principales objetivos y cuántos profesionales lo forman actualmente?
-Más de 50 intensivistas forman parte de este grupo de trabajo y sus principales objetivos son: ser una referencia de ayuda y apoyo en materia de patología infecciosa a los intensivistas de nuestra Sociedad Científica; fomentar una formación continuada y actualizada de las enfermedades infecciosas en los pacientes críticos; participar en los planes de prevención de infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios impulsadas por nuestra Sociedad Nacional SEMICYUC; incentivar la cumplimentación de los registros nacionales como el ENVIN; promover la investigación clínica en enfermedades infecciosas; estimular la formación de los E.I.R de Medicina Intensiva en enfermedades infecciosas mediante actividades formativas.
-La sepsis es una de las infecciones más comunes con las que os encontráis los profesionales en vuestro día a día con los pacientes críticos. ¿Cuáles son los retos a corto-medio plazo en las UCIS andaluzas?
-El principal desafío es clínico, enfatizando como objetivo primordial mejorar la asistencia clínica del paciente séptico para combatir la alta morbimortalidad asociada a esta enfermedad. La investigación en sepsis está siendo uno de los principales puntales de la SAMIUC en este campo, actualmente se está realizando un registro andaluz de pacientes sépticos coordinado por la Drª Estecha, estamos inmersos en un ensayo clínico sobre resucitación con vasoactivos en la sepsis, el ensayo ‘Contentss’ coordinado por el Dr. Garnacho, y se ha finalizado un estudio sobre biomarcadores en el diagnóstico de la sepsis, Septycite, coordinado por la Dª Luisa Cantón.
-¿Cómo está funcionando el ‘código sepsis’ en Andalucía? ¿Hasta qué punto puede mejorarlo el nuevo Registro autonómico para pacientes con sepsis que está implementando SAMIUC?
El Código Sepsis lleva décadas instaurado en nuestras UCI, somos conocedores de que se trata de una enfermedad tiempo-dependiente y de que es necesario un abordaje multidisciplinar para no perder tiempo ni en su detección ni en la instauración temprana de tratamientos. El registro autonómico de pacientes sépticos nos va aportar información clínica que sin duda resultara valiosa para identificar oportunidades de mejora, por ello son de utilidad los estudios de práctica clínica real.
-¿Tenéis ya datos relevantes del mismo?
-Van a presentarse en el próximo congreso regional de la SAMIUC 2025. El reclutamiento de pacientes ha finalizado en diciembre de 2024.
-En esta misma línea… ¿A qué retos o desafíos se enfrenta vuestra especialidad?
Medicina Intensiva es una especialidad consolidada y muy comprometida dentro del organigrama de la medicina hospitalaria, no sólo aborda el tratamiento de las enfermedades más graves, también está muy implicada en la organización sanitaria mostrando amplia experiencia en gestión en situaciones de conflicto como pudimos comprobar en la pandemia por SARS CoV2, es un servicio transversal coordinado con otras muchas especialidades. La investigación y la docencia de calidad le han caracterizado siempre como pilares básicos de la especialidad.
Es más que probable que tengamos que afrontar futuras pandemias. Es tiempo de prepararse para ello, si no lo hacemos cometeremos los mismos errores»
En mi opinión es más que necesario dentro de los desafíos futuros plantear un nuevo modelo organizativo en lo asistencial, el desgaste profesional es una realidad y afrontar la complejidad de la atención del paciente crítico con el alto nivel de exigencia científico -técnica precisa de un modelo organizativo diferente al que llevamos desde los orígenes de la especialidad de manera invariable. El perfil del enfermo crítico también ha experimentado cambios y cada vez atendemos pacientes más complejos por el aumento de la esperanza de vida y de forma paralela de la comorbilidad de los enfermos.
La inteligencia artificial es ya el presente en Ciencias de la Salud, y por tanto debemos aprender su aplicación a la Medicina Intensiva en aras de mejorar la atención de nuestros pacientes, toda herramienta de ayuda al clínico es bienvenida y será una de las vías de investigación a desarrollar con más dedicación.
-¿Y en el campo de las enfermedades infecciosas?
-En el campo de las enfermedades infecciosas, las resistencias bacterianas son hoy por hoy el desafío al que habremos de enfrentarnos los próximos años, no podemos alojarnos en que se trata exclusivamente de un problema de uso adecuado de antibióticos, hemos de plantear otras formas de abordaje de un problema de magnitud global. También deberíamos aprender de lo vivido: en 2009 tuvimos una pandemia por Influenza A, recientemente una de mayor magnitud con el COVID, y es más que probable que tengamos que afrontar futuras pandemias. Es tiempo de prepararse para ello, si no lo hacemos cometeremos los mismos errores.
Humanizar va más allá de pintar las paredes de la UCI, es estar a pie de cama del paciente y su familia empatizando con ellos»
La ética y la medicina intensiva han crecido de la mano en la segunda mitad del siglo pasado, cada generación ha de construir su propia ética y los conflictos éticos de hace una década son diferentes a los que nos planteamos ahora en las UCI. Tnemos una especialidad especialmente concienciada desde sus orígenes con los valores de los pacientes y siempre se ha caracterizado por el cuidado de calidad de sus pacientes enfatizándolo en situaciones de final de vida.
Ahora que se ha popularizado la humanización de los cuidados sanitarios puedo afirmar con convencimiento que en Cuidados Intensivos nuestros precursores llevaban décadas muy concienciados en este campo como lo corroboran los documentos de ética clínica procedentes de la Medicina Intensiva de entonces. Nosotros hemos heredado esa inquietud de nuestros antecesores: humanizar va más allá de pintar las paredes de la UCI, es estar a pie de cama del paciente y su familia empatizando con ellos mediante el acompañamiento y la comunicación compasiva. El intensivista se ha caracterizado tanto por su alta capacitación científico-técnica como por su alto compromiso moral y profesionalismo.